viernes, 26 de abril de 2019


Te maldigo, con rabia, espumando por la boca: tú eres la grieta en mi escudo por donde se filtró la luz. Yo estaba muy a gusto en el fondo de mi pozo, seco, mugrientas las neuronas, con tierra entre los parpados… y tenías que regresar, veinte terremotos después, veinte apocalipsis apagados más tarde, con veinte huesos de ángel en tus manos, para fracturar mi oscuridad y susurrar al oído que todavía, allá afuera, vuelve a amanecer todos los días. Dejaste la daga enterrada a un centímetro del corazón y te volviste a ir. Pobre de ti: Mis maldiciones te perseguirán como demonios en celo, sitiarán tus muros, abrasarán tus almenas, para, finalmente, transformarse en besos en tus pies… desdichada de ti, pero te maldigo de nuevo. 
Héctor Alarcón, abril 2019

domingo, 7 de abril de 2019

Poesía Triste

Qué bien me vendría un poco de sueño,  dejar de temblar por la falta de tus brazos, leer un poco de poseía que no escalde la piel, no escuchar a la muerte que va escalando de a poco, ahora por los intestinos, de a poco, en busca de mi corazón. Me encantaría engañarme, repitiendo hasta el infinito que no estoy solo y que soy feliz y que la vida pasó dejando un aroma a crisantemos. Qué bien me vendría mirarme en tus ojos otra vez.