viernes, 20 de noviembre de 2015

TELETÓN: EL NEGOCIO DE LOS FALSOS FILANTROPOS

¿Es creíble que aquellos que sañudamente atracan al pueblo mexicano, lo engañan, manipulan y enajenan, una vez al año se vuelvan –por minutos—“buenos”? ¿Quién en sus cabales puede pensar que la depredadora televisión comercial dé algo sin pedir otra cosa a cambio? Estamos en el mundo real: los filántropos están en otra parte. El Teletón es uno de los negocios más exitosos en los últimos años para Banamex y Televisa, que han usado a la mercadotecnia para manipular la ya maltrecha voluntad del pueblo. El motivo primordial de este vergonzoso espectáculo nada tiene que ver con ayudar. Es claro, en primer lugar, una demostración de fuerza de la televisora: las masas actúan como se les ordena: carecen de voluntad propia, así votan tumultuariamente por cualquiera de los mequetrefes de “Pig brother” o del anacrónico y podrido PRI: la lobotomía está consumada.
La TV es el instrumento del Estado que mejor adapta su función a la formación de valores que a éste le convienen, de modos de vida, de estereotipos, etc., que al medio le convienen. Santoro, en su trabajo: La TV y la Formación de Estereotipos en el Niño, llegó a la conclusión de que la TV transmite y forma estereotipos sociales en los cuales se presentan directa o indirectamente, mensajes que conforman una actitud, siendo esta influencia mayor en los niños quienes son moldeados en muchos aspectos por estos mensajes de televisión. ¿Y cuáles son los valores que transmite el Teletón? Los de una sociedad burguesa en decadencia: un estado que no puede solucionar los problemas sociales descansa sobre los hombros de la iniciativa privada que trastoca la necesidad en show, la tragedia en morbo de feria, la solidaridad en compasión… y en el intento (siempre fallido porque no atacan el origen, que es la injusta distribución de la riqueza, si no el efecto) llenan hasta el hartazgo sus arcas. El universo hertziano suplanta al mundo real: la navidad por Santa Clós, la cultura por el fútbol y el amor… por cualquier babosada. De la forma en que Banamex y Televisa han usado el dineral que entra en especular en la Bolsa de Valores, jinetearlo, inflar los precios en los materiales de construcción de los CRIT, pagar sus impuestos y ese largo etcétera que arrastran esos falsos filántropos, eso es lo de menos… es sólo dinero.

jueves, 19 de noviembre de 2015

DEL DEMONIO OTROS AMORES

Versos barrenadores taladran incesantemente bajo mi piel, dejan zanjas en mis órganos, fragmentan la cascara del alma… temores y esperanzas, secretos medievales y asteroides se drenan por las pústulas purulentas, saturando el aire con hedores parecidos al anatema; por las heridas se fugan tardes mecidas por la pena y las caricias de mi madre, la risa dorada de una niña de doce años y mis mejores pinceladas. Siento las minúsculas mandíbulas de las hordas demoliendo las paredes de mi carne, viajando por las venas hasta el recodo donde habitas tú, mi amada y secreta musa, la nunca anunciada, la que ametrallaba a besos en mis sueños, esos que ahora se están desecado… estúpidamente los doctores me han negado el tratamiento, aduciendo que nada hay en mis células, que los ejércitos microscópicos sólo existen en mi desviada mente, pero yo sé que están ahí, los malditos versos gritan que necesitan más sangre, más glóbulos blancos, más liquido encéfalo raquídeo… exigen, para no aniquilarme, que los irrigue con la más radioactiva de las savias: el amor, pero a eso me resisto terminantemente: prefiero ser consumido por  la caterva de versos, antes de volverme a enamorar: la medicina sería mil veces peor que la enfermedad.
Héctor Alarcón